sábado, 18 de diciembre de 2010

La Maldicion del Faraon Tut ¿mito o realidad?


4 de noviembre de 1922, Howard Crater, descubriría la tumba de Tutankamón -el faraón niño-, gran cantidad de infortunios se han venido sucediendo. La tumba contenía  un tesoro de unas 5000 piezas, entre las que se encontraban algunos de los más raros y extravagantes objetos.

Eran de destacar especialmente el sarcófago de 140 kilos de oro macizo, junto con la máscara funeraria mas bellamente decorada, considerada una de las obras maestras de todos los tiempos.

Antes de que llegase el mecenas de Howard Carter, un acontecimiento fortuito sucede: será el primero de una serie de hechos inquietantes. Días antes de romper el sello de la  entrada a la cámara, el canario  que acompañaba a Carter, fue devorado por una cobra, animal que simboliza el poder ultraterreno del faraón; esto no impedirá que con la llegada de Lord Carnarvon, se abra la tumba. A partir de aquí acaecieron hechos, que no tienen una clara explicación.

Tutankamon

A Lord Carnarvon le picó un mosquito, le provocó erisipela y una infección sanguínea, que complicadas con una neumonía, pusieron fin a su vida cinco meses depués de la apertura de la cámara. Se piensa que el causante de su muerte fiue un hongo: “aspergillus nigger”, un huesped asiduo de los lugares cerrados y húmedos.

Meses después la muerte de varios de los trabajadores, ayudantes de Carter, siguieron alimentando el miedo y más tarde varios obreros murieron excavando. Estos últimos se piensa que fue, debido a la entrada de murciélagos que hacían sus necesidades allí y la acumulación sobre ellas de polvo es lo que pudo dañar a ciertas personas: el hongo histoplasma.

Los historiadores hablan de una misteriosa tablilla a las puertas de la tumba de Tutankamon, pero sin embargo nadie la ha visto, ni ha estado catalogada. La muerte golpeará con sus alas a aquel que perturbe el descanso del faraón, así rezaba la tablilla.

Varias películas han dejado constancia del descubrimiento, como en “La  maldición del rey Tut”, donde varios hechos inexplicables, se relacionaron con el misterio, así como la muerte accidental de un de los directores de antigüedades, que autorizó la salida de los tesoros de Tut, a una exposición a París o uno de los ingenieros de vuelo, que sufrió seis infartos, al sacar los efectos reales de El Cairo y burlarse del joven faraón.